Crónicas de la Jornada 14-15 Febrero 2015 - IMA
Martes, 17 de Febrero de 2015 10:57
Infantil Masculino
La salle montemolín 52-51 Basket LupusA

¡Y no pudo ser!
El partido más sufrido y luchado que llevamos hasta ahora. Lo dimos todo y al final solo nos quedo la rabia. Rabia porque estuvo en nuestras manos durante los últimos 20 segundos haber ganado, pero este deporte es así y al final quiso que el partido se decantara para la salle.
Ambos equipos planteamos un juego muy serio en el campo, fue un partido muy intenso tanto en ataque como en defensa, los dos equipos estábamos acertados y queríamos ganar a toda costa, no dábamos un balón por perdido. Nuestros chicos estaban muy concentrados y decididos a llevarse esta victoria. Todos aportaban al equipo, pero no puedo ser. Íbamos ganando de uno a falta de 20 segundos para finalizar el partido. Ellos llevaban bandera y nosotros no. La posesión era nuestra. El entrenador del otro equipo pidió tiempo muerto durante el cual las instrucciones que se dieron para ganar fueron muy claras, aguantamos balón los 20 segundos que quedan, si nos hacen falta vamos al tiro libre y metemos. Presionamos en defensa a tope y podemos permitirnos hacer una falta si es necesario para que no lleguen a canasta y dejar pasar el tiempo. Pero la salle no estaba dispuesta a rendirse tan fácilmente y a falta de cinco segundos para el final, en el descuido de uno de nuestros jugadores nos robaron la bola y en un contra-ataque de pista a pista de su jugador número 13 contra dos de los nuestros el balón quiso entrar en el último segundo.
La cara b y "positiva" es que fuimos un equipo hasta el final dentro y fuera del campo, escuche comentarios de los jugadores diciendo "tenía que haber metido esa canasta", "no tendría que haber soltado el balón", "debería haber hecho la falta" y "debería..." incluso yo misma pensé "debería haberles insistido más en que hicieran la falta si perdíamos el balón". Todos asumimos parte de nuestra culpa y así es como formamos un equipo de verdad, porque el peso de la derrota compartido era menos. No hubo reproches a ningún compañero, ni quejas egoístas. Así aprendemos a perder, con la cabeza bien alta porque habíamos hecho un partido más que digno y felicitando al equipo contrario y campeón por brindarnos la oportunidad de jugar un partido tan disfrutado.
De la derrota aprendemos más porque estoy segura de que nuestros jugadores se grabaran a fuego el sentimiento de este partido y en el próximo tiraran de esta experiencia para resolverlo a nuestro favor.
Y hay que dar las gracias a los padres también porque sus voces se unieron para apoyar cuando las cosas no iban tan bien, aplaudir cada canasta, levantarse en tensión por las faltas y al final, cuando no pudo ser, para animar a nuestros chicos a seguir progresando y celebrar que al fin y al cabo acababan de ver y disfrutar un gran partido.
Así que dicho todo esto, no diré que perdimos puesto que creo que ganamos mucho más.
¡Enhorabuena chicos por el trabajo realizado! Ahora toca no bajar los brazos y afrontar de la misma manera lo que nos queda de competición.
Miriam.
 
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