Tocaba enfrentarnos al líder del grupo en su casa. Choque muy disputado, de tremenda igualdad y de gran intensidad. Dos hechos marcaron el encuentro. El primero que el jugador más sobresaliente del equipo contrario no pudiera jugar a partir de mitad del segundo cuarto. El segundo que aparte del 0-4 inicial a nuestro favor, estuvimos por detrás durante todos los cuartos. Si bien con diferencias no muy grandes (entre 4 y 7 puntos) y que al final de cada cuarto recortábamos, nos hacía jugar con un punto de ansiedad de ver que no conseguíamos ponernos por delante. Y ahí empezaron los paralelismos con el penúltimo partido jugado contra Casablanca. 

Conseguimos, después de remar, llegar empatados, pero (igual que en el partido anterior) con una última oportunidad de anotar. Mala suerte en ambos choques que nos llevaron a la prórroga. En el período extra a pesar de lucharlo hasta el final la victoria no cayó de nuestro lado.

¡Equipo, tenemos que estar orgullosos de la entrega durante los partidos y del esfuerzo del trabajo durante la semana!